Réquiem


Estoy junto a mis hermanos, hemos nacido hoy, nuestra madre nos ha limpiado bastante, aún no veo el mundo, solo escucho, mis hermanos me aprietan.


Ya tenemos un mes de vida, hace poco hemos visto el mundo cómo es, nuestros ojos ya se acostumbraron a estar abiertos, vienen muchas personas a vernos, pero mi mamá se preocupa de que no se acerquen mucho.

Hoy nos sacaron de nuestra camita, nosotros llorábamos, pero nuestra madre no pudo hacer algo para evitar que nos sacaran, nos llevan en una caja, no sabemos dónde. Mis hermanos ya no están, se han ido de a poco, se los llevan unas personas que no conozco, solo quedo yo, en un bolso y no sé qué sucede.

He vuelto a la casa, mi mamá me ha mimado mucho, pero tiene menos brillo en sus ojos, ella también echa de menos a mis hermanos, espero volver a verlos alguna vez.

Hay un niño que me mima mucho, siempre está acá y me cuida, me cae bien, además salimos a pasear junto con una niña, lo paso bien, aunque me cuesta seguirlos porque caminan muy rápido.

Estoy en un bolso, me recuerda a cuando dejé de ver a mis hermanos, no sé dónde voy, tengo miedo, aunque voy con este niño, me va haciendo cariño lo cual me relaja.

Ahora estoy en una casa que no conocía, hay unas grandes escaleras, me da miedo mirar, espero crecer luego para poder bajar, me dan leche y comida además de mimarme, me gusta estar acá, siento cariño por este niño, aunque no entiendo lo que me dice. Me he dado cuenta que siempre dicen una palabra: Molko, siempre que dicen eso me están mirando a mí, me acostumbré a esa palabra.

Me siento solo, se van temprano y vuelven tarde, pasó el día con la casa a solas, pero cuando llegan me hacen cariño, me abrazan, me gusta sentir ese cariño, estoy echando mucho de menos a este niño, me gusta estar cerca de él.

Hoy estoy más grande, pude bajar un peldaño y subir de vuelta, ahora podré moverme con más facilidad acá, el mundo acaba de crecer para mí.

Hoy me están celebrando mi cumpleaños, no entiendo lo que eso significa, pero todos me miran, me hacen cariño, me divierte verlos así.

Me han llevado donde un señor, creo que lo llaman veterinario, me inyectó algunas cosas, no sé qué serán pero supongo que mal no me harán.

Estoy perdido, hace 3 días salí de la casa, me alejé mucho y no sé dónde llegué, he recorrido muchos lugares, quiero regresar luego, pero no sé dónde es. Momento! Acabo de escuchar algo, SÍ!, gritan Molko, sigue gritando por favor para seguir tu voz... ha parado, escúchame tú ahora... sí, resultó! Viene hacia mí, te echaba de menos, abrázame, llévame a la casa por favor, tengo sed y hambre.

Hoy cazé un pajarito, lo llevé a la casa para mostrarle la proeza al niño, estaba durmiendo, se lo dejé al lado, para cuando despierte lo vea, así verá lo grande que estoy.

Llevo bastante tiempo acá, me sigo sintiendo solo pero cuando están conmigo me dan mucho cariño, a veces vienen otras personas con el niño, muchas me tratan bien.

Me siento mucho más viejo, no me siento muy bien, se me ha quitado el apetito, me miran con cara de preocupación, pero no entienden qué me pasa.

Llevo harto tiempo así, me siento cada vez más débil, me cuidan harto, me dan otra comida para que coma, pero muchas veces tampoco me dan ganas de comer.

Hoy fuimos al veterinario de nuevo, me revisó y me inyectó algo, espero que se dé cuenta de qué tengo, quiero estar mejor, me siento débil.

Cada día estoy peor, el niño me mira, me abraza y me hace cariño, duermo con él y me entrega calor, me siento bien con él, pero no mejoro.

Hoy he peleado, tengo una herida y me duele mucho, llegué a la casa y no hay nadie, me recostaré un rato a descansar.

Me despertó el niño, está más viejo que cuando lo conocí, así mismo debo haber cambiado yo con el tiempo. Me siento cansado, noto la preocupación en sus ojos, me mira y me mima, solo puedo devolverle ronroneos, no tengo más fuerzas.

Mi brazo me duele mucho, no lo puedo apoyar y me cuesta caminar, mejor me recostaré, no tengo ánimos ni para comer.

Duele mucho, mucho, me llevaron de nuevo al veterinario. Sale un líquido extraño de mi cuerpo, huele mal, me duele.

Me están bañando, hace tiempo no lo hacían, el agua no me gusta pero no me quedan fuerzas para resistirme, me sigue saliendo líquido, el niño me mira, me hace cariño y me habla, me dice que voy a estar bien, pero duele tanto.

Han pasado 2 días, de nuevo me meten a mi cajita, supongo que me llevarán de nuevo al veterinario, quizás esta vez pueda hacer algo por mí, para detener este dolor.

Me están sacando mi pelaje, me quieren ver bien la zona que me duele, me pesa el cuerpo, dormiré un rato.

Está acá la tía del niño, está llorando. Yo la miro apenas, me cuesta abrir mis ojos, por qué no está él acá, espero que venga luego, quiero verlo.

Acaba de llegar, se ve triste, me está mirando y me hace cariño, me levanta la cabeza para mirarme a los ojos, no puedo abrirlos, lo siento, me habla, me dice cuánto me quiere y que lo perdone por no hacer lo que debía hacer, ojalá pudiese hacerme entender para responderle, sé que no puedo, al menos le ronronearé aunque me cueste, para agradecerle por el cariño que me entregó. Ayúdame por favor, me duele mucho, has que pare esto.

Duele, duele, duele, solo quiero dormir, quiero por fin descansar.

2 comentarios:

Siempre estará en nuestros corazones! :) y eso lo sabes mon amour!
Fue un gran felino.


Un beso.

28 de agosto de 2008, 0:16  

Este relato nunca me gustó, es más, siempre recordó un viejo texto que lei cuando estaba en educación básica (te recuerdo que soy de la epoca de la PAA, nada de PSU :P) en el que una carta similar contaba las etapas de gestación de un feto antes de ser abortado.

¿Plagio, nuevamente, como la historia de los dioses?, no lo creo, pero creo que el relato no se basa en una idea nueva. Has sido victima de "la tradición de la ruptura" en este cuento.

Creo que tiene una fuerte carga emocional para tí, por eso lo reciclaste.

Saludos

28 de agosto de 2008, 15:03  

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio