Textoide

Pertenezco a un grupo de humanos especial. ¿Qué nos caracteriza? Lo tenemos todo, pero siempre deseamos más (no hablo de cosas materiales). Tenemos compañía, amor, preocupación, personas que nos aman... Pero ¿qué hacemos? Perder, dañar, despreocuparnos.

¿Dónde quedó mi empatía? La perdí en algún momento y en ese momento me perdí.

Tal vez sea culpa de Júpiter y su influencia, ser sagitario siempre ha sido algo complicado. Tal vez sea un efecto de la crianza que me dio una persona de carácter fuerte (que también es sagitario). Tal vez solo sea culpa mía por no saber controlar(me).

Tal vez, tal vez... En lo concreto, me convertí en una mierda de persona que fue incapaz de saber llevar una relación y cuidarla. Tengo miedo del futuro, porque vislumbro que terminaré más solo de lo que soy capaz de aguantar.

Ante todo, recuerda siempre que lo siento mucho... Siempre has merecido mucho más y yo no fui capaz.

Jaula de oro

Tengo ganas de escribir cosas dirtys, pero no sé si puedo. Me siento como en una jaula que no me permite echar a volar mi imaginación por miedo a las consecuencias. ¿Cómo llegué a esto?

Schwenke y Nilo

Hace poco compré un notebook (en módicas cuotas sin interés jajaja) y aún no traspaso mi carpeta de música a él. Entonces se me ocurrió buscar música en youtube. Entre las recomendaciones que aparecieron en mi cuenta estaba una canción de Schwenke y Nilo, un dúo de músicos valdiviano.

Todo comenzó en ese momento.

Primero vi un video de una canción que se cantó en homenaje a Nelson Schwenke durante el concierto Viva Voces 2012, realizado algunos días después de la muerte de Nelson al ser atropellado en Providencia (Santiago, Chile). En ese concierto participarían Schwenke y Nilo y yo tenía la entrada comprada. El concierto fue un ir y devenir entre recordar a los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos durante el régimen militar de Pinochet y, por otra parte, a Nelson.

Pues bien, luego de ese primer video me puse a escuchar muchas de las canciones que había relegado en mi memoria musical. Canciones llenas de letras demasiado reales, demasiado dolorosas, demasiado necesarias de examinar pensando en el Chile que quedó luego del desastre económico en que nos dejaron los Chicago Boys. Canciones llenas de sentimientos y deseos de un Chile mejor para y por todos.

Es así como me di cuenta el por qué relegué esas canciones y las evité durante tanto tiempo. Me hacen sufrir, me hacen recordar y pensar en ese Chile que quiero. Ese Chile lleno de esperanzas para las nuevas generaciones.

Tantas muertes, tanto sufrimiento. Tanto y tanto. ¿Para qué? ¡Maldito sea el día en que se comenzó el adoctrinamiento en las aulas chilenas! ¡Malditos aquellos que nos sumieron en este vendaval de envidia y exitismo!

Sueño con ver, en algún momento, distinta a la gente de este país. Sueño y con eso reafirmo mi vocación por la Pedagogía y, ojalá, algún día, ver a algún pequeño a sus ojos y saber que su vida habrá cambiado en algo con lo que quiero entregar.

Espero no fallarle a esas nuevas generaciones.


"Hay que hacerse de nuevo cada día" - Schwenke y Nilo.

Hay que hacerse de nuevo cada día
poner en un cordel cada derrota
colgar en nuestra historia unos pañales
que digan: "seguimos intentando".

Hay que hacerse de nuevo cada día
ponerse muy temprano los zapatos
que nos lleven hacia el arco iris
donde está la idea, el fruto, el canto.

Tenemos que juntar nuestras verdades
tenemos que reír a toda costa
tenemos que inventarnos la esperanza
hay que hacerse de nuevo cada día.

Hay que pintar de nuevo este paisaje
buscarnos nuevos lentes de contacto
conseguir un nuevo silabario
nuevas carreteras y aeroplanos.

Hay que hacerse de nuevo cada día,
subiendo de la mano la montaña
no harán por nosotros la tarea
de fundar ciudades del mañana.

Tenemos que juntar nuestras verdades
tenemos que reír a toda costa
tenemos que inventarnos la esperanza
hay que hacerse de nuevo cada día.



El juego

A veces pareciera que juego, pero yo no juego, sólo me gusta el fuego, sólo que a veces me quemo y quemo a otros. Jugar con fuego, me gustaba de pequeño, una vez me retaron por quemar una caja de fósforos en una casa de madera. El fuego purifica, el fuego es parte del ciclo, el fuego es vida y el fuego es muerte. Signo de fuego. La P.I.R.A. comenzará a arder. Te quiero quemar, pero no con fuego, sino con mi fuego. Juego con Fuego.

Mi/Nuestra fuente

Todo escritor busca una fuente de inspiración, una musa, una idea o incluso una ideología, en ésta se basan sus escritos. ¿Cómo sabe uno, en el momento indicado, cuál es su fuente de inspiración? ¿Acaso es visible a todos o se necesita de cierta sensibilidad para no perderla antes de conocerla?

Durante años me lo he preguntado porque cada cierto tiempo escribo sin problemas (aunque mal) y en otros momentos, por mucho que trato y trato no nace nada de mí. Definitivamente soy un pésimo escritor, incluso podría decir que no soy escritor, simplemente escribo porque me gusta, de vez en cuando este ejercicio mental me llena.

Si usted aún conserva este blog entre las páginas que revisa cada cierto tiempo, lo tiene entre sus RSS o alguna otra forma, se lo agradezco y trataré de que sea recompensado.

La tecnología

El día que me di cuenta que había sido consumido por la tecnología y no tuve más remedio que aceptarlo, fue el día que iba en el Metro leyendo «La divina comedia» y no era el libro, sino que lo hacía en el celular.

"Ningún hombre es en sí equiparable a una Isla; todo hombre es una pedazo del Continente, una parte de Tierra Firme; si el Mar llevara lejos un Terrón, Europa perdería como si fuera un Promontorio... como si llevara una Casa Solariega de tus amigos o la tuya propia. La Muerte de cualquier hombre me disminuye, porque soy una parte de la Humanidad. Por eso no quieras saber nunca por quién doblan las campanas; están doblando por ti...!"

(John Donne)

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